(...) Por una vez la soberbia de Kubrick encontró un tema a su altura, por una vez se justificaba ese frígido museo de las maravillas que forman sus películas. Como escribí hace poco, y no puedo mejorarlo: aquí se contiene la escena de mayor intensidad emocional del corpus delicti kubrickiano, la muerte de ese computador con frase llamado HAL 9000. (...)
Fonte | Abc
Ningún comentario:
Publicar un comentario