luns, 23 de marzo de 2020

Per accidens - Heraldo (11/03/2020)

(...) Ortega y Gasset también fue a lo suyo. Contó su biógrafo Gregorio Morán, en ‘El maestro en el erial’, que "la familia le importó un comino siempre" y que "detestaba a los niños, en general", llegando a escribir: "Soy incompatible con la infancia". Su opinión sobre el matrimonio era también demoledora: "El casamiento no tiene que ver con el amor si no es "per accidens", y recuerda Morán una carta de Ortega a su confidente argentino, Jaime Perriaux, en 1951, en la que se declara "enemigo acérrimo del matrimonio". Morán cuenta cómo Lolita Franco –la mujer de su discípulo predilecto Julián Marías–, que sentía gran admiración por el filósofo, de quien también había sido alumna en la Universidad de Madrid, le escribió a Ortega una carta demoledora en la que se le quejaba amargamente de que cuando murió su hijo Julián, con solo tres años, no recibió de él, más allá de un protocolario telegrama de pésame, ni una carta, ni una visita, ni una llamada, pese a que la familia Marías era casi parte de la suya y pese a que le había prometido que pasaría a verla al volver a Madrid. De ahí que Morán hable en su biografía de la "insensibilidad del filósofo, de su falta de cariño hacia todos los que le rodeaban, ya fueran parientes, amigos íntimos o señoras circunstanciales". (...)

Fonte | Heraldo

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