
(...) Por eso, el hecho de que ayer la Complutense le concediera por fin el máximo grado académico, bajo la forma de doctora honoris causa, era muy especial: “Es más significativo, más íntimo que para ningún colega que lo haya recibido antes, por más que hayan tenido muchos más méritos que yo”, confesaba a este periódico la catedrática de Literatura Mística Comparada de la Universidad de Puerto Rico minutos antes de que fuera investida por el rector Carlos Andradas.
Fonte | El País
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