Curiosamente las feministas no claman contra ese encasillamiento. Por si a alguien le interesa la palabra quiere decir al revés, al contrario, cambiar dos cosas recíprocamente o invertir el orden de los términos y tiene mejores representaciones que la del programucho como en el álbum de las letras de Benedetti: “ O sea resumiendo estoy jodido, y radiante, quizá más lo primero que lo segundo y también viceversa”.
Fuente | El periódico Mediterráneo
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