El tercero, el bis del ganadero y el bis del matador riojano, tenía las
hechuras de la casa. Más fuerte que los anteriores. Buen embroque sin
finales. A mí me salía decirle ole a la colocación. Después de dos meses sin toros, se le da más importancia a cómo coge Diego Urdiales la muleta,
cómo le da el pecho o la suavidad de los toques. Así redondeó la mejor
tanda. Se le vio más relajado. Cinco o seis naturales para olvidar los
problemas técnicos y confirmar que el streaming, para los días que vienen, es un camino a explorar con talento.
Fonte El mundo
Ningún comentario:
Publicar un comentario