(...) La crítica proviene del recorte de días visitables de algunos monumentos, que concretamente durante el presente estío abarca del 20 de julio al 31 de agosto, es decir, casi dos meses menos de duración que hace años. En opinión de la historiadora, resulta paradójico que tanto la Junta de Castilla como el Obispado promocionen el románico palentino como primer núcleo mundial pero luego, sobre el terreno, acceder a iglesias y ermitas sea cada vez más complicado. Y ahí reconoce la impagable labor de los custodios, esos «ángeles» habitualmente mayores que en su localidad enseñan el templo de forma voluntaria, gratis et amore. Por ello, propone contar con guías que pueden encontrar un puesto de trabajo. Para hacer del románico un recurso cultural y turístico real, no sólo sobre el papel.(...)
Fonte | ABC
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