
El rostro de un ángel pintado como un monigote, con sonrosados mofletes y flequillo negro de pico, en el retablo del altar mayor de la parroquia de San Sebastián, en Reinosa (Cantabria), del siglo XVIII, lleva ahí décadas y no se trata de una reciente restauración a lo ecce homo de Borja, como se ha conjeturado desde que se supo la noticia hace unos días. La cabeza original del querubín que, junto a otros siete, adorna en arco el retablo se desprendió “quizás durante la Guerra Civil, cuando la bóveda sufrió varios daños.
Fonte | El País
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