En la Iglesia católica rige el dogma de la infalibilidad papal. Nada que tenga que ver con la fe o la moral y haya sido pronunciado ex cathedra puede ser discutido. En todo lo demás, el Papa se puede equivocar, como lo puede hacer el arzobispo (y, por supuesto, quien esto suscribe). Pero es el enorme abismo que existe entre las opiniones de uno y otro, más allá de la doctrina de la Fe, el que ayer quedó más claramente delimitado tras la conferencia y el coloquio organizado por Forum Europa. ¿Se equivocó monseñor Antonio Cañizares en sus apreciaciones? No. Ya lo advirtió él. «Me podrán tachar de integrista o de lo que quieran; no me importa, ante todo, soy libre», dijo cuando durante el turno de preguntas posterior al discurso que llevaba preparado comenzó a marcar distancias con el mensaje humanista del Papa Francisco.
Fonte | El Mundo
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