Un día de 1962 Elias Canetti leyó el libro de Milovan Djilas en el que
recoge sus conversaciones con Stalin. “Sentí asfixia”, dice en sus
apuntes. Le asombró que a un tipo tan poderoso le resultara indiferente
la muerte de los demás, que incluso la necesitara. Esa tensión, la de
odiar su propia muerte y al mismo tiempo la de importarle una higa la de
los demás, pensaba Canetti, es lo que definió a Stalin. Y escribió: “Mi
esencia, en cambio, es rechazar y odiar cualquier muerte. No considero
imposible que en algún momento llegue a aceptar más o menos mi muerte,
pero jamás la de otro. Es tan seguro, lo siento con tal intensidad, que
podría encabezar con ello mi pensamiento y mi mundo. Es mi Cogito ergo
sum. Odio la muerte, soy así. Mortem odi ergo sum.Y eso que esta frase
omite lo más importante, el hecho de que odio cualquier muerte.
Fonte | ElPaís
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
Cogito,ergo sum - La Voz de Galicia (18/10/2020)
(..) Esta nueva normalidad (asimismo un signo lingüístico descalabrado), que ha supuesto, ahora sí, un descalabro verdadero, o sea, gnoseoló...
-
(...) El cónclave, que se celebra en el Recinto Ferial Luis Adaro, ha comenzado al haber quorum suficiente, al e star presentes los 82 dele...
-
(...) La directiva convocó a los vecinos a una nueva asamblea que tendrá lugar el 15 de octubre. Espera que a ella acuda un mayor número de ...
-
(. ..) Será la tercera legislatura en que García-Escudero presida el Senado, que este martes celebra su sesión constitutiva a la que han acu...
Ningún comentario:
Publicar un comentario