(...) Pero, ¿por qué? Escribía Unamuno que no hay que decir tanto homo homini lupus, el hombre es un lobo para el hombre, cuanto homo homini agnus, el hombre es un cordero para el hombre. No fue el tirano el que hizo el esclavo, sino a la inversa. Fue uno que se ofreció a llevar a cuestas a su hermano, y no éste quien le obligó a que le llevara. Porque la esencia del hombre es la pereza, y con ella el horror a la responsabilidad.
fonte| EL PAÍS
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